Según Miquel Ibáñez el conspiracionismo existe desde la noche de los tiempos. Siempre ha habido gente que no ha creído las verdades oficiales ni las versiones académicas de la historia. No obstante, en 1947 se produce un punto de inflexión que hace que el conspiracionismo empieze a desarrollarse de una manera inusitada. Dos hechos parecen favorecer este desarrollo:
- El 18 de septiembre de 1946 el Presidente Harry Truman crea la CIA como reemplazo de la antigua Oficina de Servicios Estratégicos.
- El 24 de junio de 1947 el piloto civil de aviación Kenneth Arnold vio una formación de nueve objetos en forma de búmeran volando a una velocidad estimada por él superior a 1500 Km/h, mientras pilotada sobre la Cordillera de las Cascadas, estado de Washington. Siendo éste el primer avistamiento OVNI popularizado por la prensa.
Nuestra percepción de la realidad es fragmentaria. Los medios de comunicación trocean la realidad en pequeñas piezas aptas para el consumo de las masas. Posteriormente elaboran una selección de estas piezas y, en función de sus agendas (o de las de sus amos) las venden bajo el rimbombante título de PERIODISMO al público. Así, la percepción que tiene este público de la realidad es fragmentaria y por tanto incompleta. Como un puzle al que le faltan piezas, piezas que en algunos casos son fundamentales para la comprensión de los acontecimientos. Un conspiracionista rellena esos espacios vacios y aporta esas piezas que faltan en el rompecabezas. Para ello se necesita de una gran cantidad de paranoia o, según el punto de vista que prefiramos adoptar, hipercordura.
Robert Anton Wilson en su libro “Prometeo Ascendiendo” enuncia la Ley de Orr:
“Cualquier cosa que el pensador piense, el demostrador lo comprobará”
Leonard Orr, Doctor según Robert Anton Wilson y líder espiritual según la Wikipedia, afirma que lamente humana está formada por lo que denomina “El pensador”, que es la parte de la mente que puede pensar cualquier cosa y “El demostrador” que funciona unicamente bajo una norma: Cualquier cosa que el pensador piense, el demostrador lo comprobará. Es decir, si el Pensador piensa “El capitalismo es el mejor sistema posible para la humanidad”, el Demostrador se encargará de organizar todas las percepiones para adaptarse a este pensamiento. Y en la realidad de esa persona eso será radicalmente cierto. Así, si funciona con el enunciado anterior (y vaya que si funciona y eso que no se me ha ocurrido ningún ejemplo más descabellado), lo mismo ha de servir para los siguientes enunciados puestos a modo de ejemplo:
- Los nazis mantienen bases secretas en la Antartida.
- Los Iluminados de Baviera controlan el mundo.
- Se esta ocultando la existencia de inteligencias extraterrestres.
- El hombre no ha pisado la luna.
En esta realidad las conspiraciones son radicalmente ciertas y conforman un devenir de los acontecimientos históricos y, por tanto, del panorama actual y de la REALIDAD completamente diferente del que nos transmiten los medios de comunicación y la Academia.
Los conspiracionistas generan frecuentemente una narrativa muy potente, una nueva forma de folklore mutante, que proporciona visiones alternativas a la REALIDAD. Las distintas teorías conspirativas, en muchos de los casos, lejos de ser excluyentes se integran unas en otras ampliando los límites de los relatos una y otra vez. El lector conspiracionista se ve siempre directamente interpelado por la narración, puesto que a diferencia de la ficción en la que se es un mero voyeur de las tribulaciones ajenas, en este caso todo eso te está sucediendo a ti.Tú, y millones de otros como tú, eres la víctima de la conspiración, y como víctima te ves obligado a tomar posiciones contra las grandes corporaciones reptilianas, los ovnis nazis y los asesinos de Kennedy.
Michael Barkun, estudioso y crítico de las teorías de la conspiración, en su libro A CULTURE OF CONSPIRACY. APOCALYPTIC VISIONS IN CONTEMPORARY AMERICA (University California Press, 2003), señala los tres principios que constan en cualquier teoría de la conspiración:
- Nada sucede por accidente
- Nada es lo que parece
- Todo está conectado
Además señala que la versión del empirismo que opera en estas teorías se sustenta en la REPETICIÓN y en la ESTIGMATIZACIÓN.
Así en las teorías de la conspiración, sobre todo desde su difusión por Internet, la repetición de la historia sustituye a la evidencia como forma de demostrar su veracidad.
La estigmatización de las teorías de la conspiración es tomada per se como evidencia; ya que, argumentan los conspiracionistas, no se querría suprimir ese conocimiento si no fuese cierto.
También el crítico marxista Fredric Jameson ha dedicado su atención a estos relatos y ha sentenciado: “El pensamiento conspirativo es la cartografía del mundo postmoderno de los pobres…una figura degradada de la lógica total del capital…un sistema desesperado por representarse el sistema actual”.
Algunos autores tratan las conspiraciones como un producto pop y su aproximación a las mismas es agnóstica, por lo que proporcionan en mi opinión un punto de vista mucho más divertido que la fe ciega o el escepticismo “racionalista”.
1. Ibañez, Miguel (2000) PoP Control. Crónicas post-industriales. Barcelona: Glenat.
2. Enrique de Vicente, divulgador de estos y otros temas, ha acuñado el neologismo conspiranoia, para hacer referencia al conspiracionismo en general.
3. Voy a utilizar mayúsculas cuando me refiera a la realidad consensuada sin que eso suponga una valoración por mi parte.