
CUANDO EL INFIERNO ESTÉ LLENO, LOS MUERTOS CAMINARAN SOBRE LA TIERRA
Corría el feliz año 1967 cuando el, sin ningún género de duda, visionario George G. Romero, despertó a los muertos y los hizo andar sobre la tierra, creando un mito moderno, es decir, una ficción alegórica según la RAE, que cuarenta años después se mantiene vivo y en permanente actualización.
Cada una de las películas que conformaron su trilogía seminal sobre el muerto viviente(“La noche de los muertos vivientes”, “Zombi” y “El día de los muertos”), además de proporcionarnos mucho entretenimiento, nos contaba verdades incómodas sobre nosotros, los vivos, y la sociedad que hemos construido.
Romero ha perdido fuelle, las dos últimas películas que he visto apenas si están a la altura de los subproductos de explotación italianos (recuerdan “Nueva York bajo el terror de los zombis”…entretenida, pero ya desde el título se empezaban a acumular los embustes y despropósitos), que aunque a los fans nos han entretenido, ninguna ha estado a la altura de los originales. Pero, afortunadamente, ha habido gente que ha tomado el relevo y han recogido el mito y lo han remozado y puesto al día…¿Y saben? Funciona mejor que nunca.
“28 días después” nos presentó al zombi rápido. Aunque dentro del “fandom” sigue abierto el debate sobre si los infectados ingleses por una mutación del virus de la rabia son zombis o no, el Sr. Dilettante opina que sí, ya que comparten con ellos el comportamiento alienado y su necesidad de atacar a los vivos. Su secuela, “28 semanas después” seguía siendo muy entretenida, aunque un poco absurda en algunos momentos.
El remake de “Zombi”, sensatamente titulado “El amanecer de los muertos”, es una maravilla que incluso me gusta más que el original. Desde los títulos de crédito que son impresionantes a un final cruel y desesperanzador a más no poder.
Lo último que me ha gustado ha sido la miniserie británica “Dead Set”, que ambienta el apocalipsis zombi en el entorno de la edición británica de “Gran Hermano”. Es noche de expulsiones en el popular concurso (o estudio sociológico, dependiendo de las fuentes consultadas), el equipo de producción ultima los últimos detalles del programa a un ritmo frenético y en el exterior de la casa se agolpa una multitud de seguidores del programa para apoyar a sus concursantes favoritos, ajenos todos a la plaga de muertos vivientes que rápidamente se está extendiendo por el país. Cuando la catástrofe se desencadena, los concursantes y un par de trabajadores de la cadena quedan atrapados en el estudio.
“Dead Set” resulta una malévola visión sobre la TV basura en la que nadie sale indemne. Resulta evidente la comparación entre las masas que acuden a ver a los concursantes, a consumirlos, con las hordas de zombis que también tienen en esos concursantes el objeto de su deseo, pero con unos fines más gastronómicos. Los concursantes aparecen como unos necios egocéntricos que, aun en medio del apocalipsis, siguen preocupados de sus índices de popularidad. Inmisericorde también el retrato del ejecutivo, que roza casi la parodia, de lo engreído y soberbio que nos lo presentan.
La serie, cuya página oficial es www.24.com/deadset, es extremadamente cruda y violenta. Al inicio de cada capítulo una voz en off avisa del lenguaje soez y de la violencia de las escenas mostradas, recomendando no obstante su visionado en un televisor de pantalla plana y en una habitación oscura. Si quieren saber más sobre esta serie o sobre los zombis la página favorita del Sr. Dilettante para estos temas es www.zombi.blogia.com, donde un autentico fan del género instruye deleitando sobre el tema.
Y para finalizar una cita de “He visto el futuro del terror “ Clive Baker:
“Los zombis son la pesadilla liberal. Las masas, a las que te encantaría amar, aparecen ante tu puerta, los rostros se les caen en pedazos; y tú intentas ser todo lo humano que te es posible, pero al fin y al cabo ellos se están comiendo al gato. Y el miedo a los actos de la masa, la estupidez a escala nacional, es el fundamento de mi miedo a los zombis”
Y el nuestro, oiga.
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