
El pasado 8 de marzo, mientras la Sra. Dilettante y otras aguerridas mujeres celebraban los derechos obtenidos y exigían los pendientes, el Sr. Dilettante aprovechó la soleada mañana dominical para tomar el aperitivo en el centro y entrar a la primera sesión de tarde de “Watchmen” en los cines de El Palacio de la Prensa.
Aunque al Sr Dilettante le gustan mucho los tebeos y tenía conocimiento de la existencia de “Watchmen” (al menos, desde su publicación en Francia a finales de los 80), no llegue a leerlo hasta el año 2004, gracias al fabuloso fondo de tebeos que tiene la biblioteca municipal. Me gustó, pero, quizá al haberlo leído casi veinte años después de su publicación, sin aspavientos. Supongo que para cuando he llegado a “Watchmen” cualquier hallazgo e innovación que pueda tener esta obra ha sido usado y envilecido hasta la saciedad por artistas de menos talento, por lo que yo ya los había disfrutado de una manera devaluada.
En cuanto a la película, está bien. Tiene unos títulos iníciales fantásticos, en lo que parece y una marca de su director Zack Synder, ya que los títulos de “El amanecer de los muertos” también me parecieron soberbios. El resto son 160 minutos de entretenimiento, en ocasiones muy sangriento, y de pirotecnia visual. Ambientada magníficamente en un 1985 que pudo ser, en plena guerra fría y con una caricatura de Richard Nixon como presidente de los EEUU, la historia fluye bastante bien contada.
La adaptación del tebeo es poco rigurosa, no me refiero tanto a las subtramas que, inevitablemente, se han caído o al cambio de forma de la catástrofe final, sino a que se falsea el quid de la obra. Me explico. El leit motiv del tebeo es “¿Quién vigila a los vigilantes?”, es decir, el punto de partida de la obra de Moore es el cuestionamiento moral de aquellos que se erigen guardianes de la sociedad. Al principio, cuando vemos a “El Comediante” en los créditos asesinar a Kennedy, parece que la película va a seguir esa senda, pero la película finaliza con la frase “¿Quién cuida a los cuidadores?”, lo cual, salvo que sea un error en la traducción o en mi interpretación, desaparece ese cuestionamiento moral de la tarea del vigilante y la reviste, además, de la gloria añadida de la soledad de los grandes hombres, devaluando de alguna manera la carga subversiva original de la obra y convirtiéndola en otra película de superhéroes más.
No sé, se admiten comentarios al respecto.
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