lunes, 16 de abril de 2012

LOS ACCIDENTES DE LA FAMILIA REAL

El joven Dilettante exige la plena dedicación, por lo que llevaba unos meses sin actualizar nada en el blog. He leído algunos libros interesantes, solo he visto películas regulares o malas y he vuelto a comprar un e-book, dado que el primero desafortunadamente se extravió, y nada de eso me ha hecho escribir en el blog. Sin embargo la familia real española es que lo pide a gritos. Primero fue el heredero, ese chavalote tan preparado en todos los campos, y su tropezón con una plebeya que le interpeló acerca de la legitimidad de la monarquía. Luego Urdangarín, que queriendo llevar un cacho de pan a sus churumbeles hizo algunas cosas un tanto reprobables. Cuando, después del susto que nos dio a todos el niño Froilán con una escopeta, pensábamos que ya nada más podía pasar en la primera familia de España, va su majestad y se nos rompe una cadera en un tontísimo accidente, que si no fuera por los 40.000 € que debe de costar el safari en Botswana, nos podría haber pasado a cualquier persona. Solo una persona de tanta categoría y sensibilidad permanece toda la noche desvelado y paseando preocupado por la lacra del paro en España. Además con el mérito añadido que durante el día está cazando elefantes y leones, con lo cansado y peligroso que debe resultar. Así que desde la mansión Dilettante le deseamos una pronta recuperación para que pueda seguir dedicándose con el tesón que le caracteriza a…, bueno a hacer todas esas cosas tan importantes que sin duda hace.

Lo que se dice un titán.