ANIVERSARIO DEL 15-M

El año pasado por estas fechas me encontraba disfrutando de una excedencia para cuidar al joven Dilettante. Aprovechando el buen tiempo y una estupenda mochila portabebés fuimos en varias ocasiones a Sol a apoyar a los indignados. Este año nos hubiera gustado hacer lo mismo, pero la subdelegada del gobierno en Madrid lo ha convertido en un actividad de cierto riesgo y no quier exponer al nene a una carga policial. Por tanto, ayer noche y tras cumplir con mis obligaciones paternas decidí acercarme a Sol un par de horasen representación de la unidad familiar Dilettante. En Sol se estaba celebrando una asamblea en la que participaban alrededor de 2000 personas y,en el rato que participé, se trató el tema de las detenciones las dos madrugadas anteriores. Me pareció que tenían tendencia a confudir el trato vejatorio con la tortura, ambos inadmisibles por supuesto, pero que en un momento dado puede restar credibilidad al movimiento. Antes de retirarme paseé un rato por las inmediaciones, hacía una noche estupenda, y me sorprendí ante lo desproporcionado del despliegue policial para vigilar y contrlar a unas peronas que, descontentas con la situación actual, están explorando formas nuevas de hacer las cosas. En este país están sucediendo cosas mucho más graves que las acampadas de Sol. Infinidad de delincuentes de guante blanco, con cobertura política, han saqueado tacita a tacita las arcas públicas y, según todos los antecedentes, nadie va a pagar por ello, y mucho menos devolver el dinero. Es una lástima que a ese ente abstracto (pero con personas reales detrás) llamado mercadono se le pueda controlar también con unas decenas de furgones policiales.