lunes, 1 de febrero de 2010

HEMOS TENIDO LA SUERTE DE PODERLE DAR UN PUESTO A IU QUITÁNDOSELO AL HIJOPUTA



En la primavera del 2003, en plena campaña de las elecciones para la Comunidad de Madrid, los Señores Dilettante tuvieron ocasión de ver en el castizo entorno del Rastro como Doña Esperanza Aguirre se tenía que marchar de la zona a paso ligero y un poco sofocada ante las imprecaciones de un grupo de personas que andaba por allí(1). Que quieren que les diga, me pareció un poco feo. El espacio público debe de estar abierto para todos y a una Señora de esa categoría humana quizá hubiera bastado con ignorarla absolutamente. Grave error. No se puede uno compadecer de Doña Esperanza, ella jamás se compadecerá de ti.

Su nombramiento como Presidenta de la Comunidad estuvo precedido del escándalo mayúsculo del Tamayazo. Asunto todavía no aclarado y del que no se le ha exigido responsabilidades a nadie. Bueno a nadie no, los dos mindundis que protagonizaron el escándalo fueron expulsados del PSOE. ¡Qué duro castigo para esos dos valientes demócratas que antepusieron sus convicciones personales a la disciplina del partido! Cuando se repitieron las elecciones Doña Esperanza se alzó, como era de justicia, con la victoria. Que así es la democracia troncos (¡Cómo le gusta a la condesa el habla de germanías!). Y si no, seguro que vuelven a salir otros dos tránsfugas socialistas a los que su dignidad les impide formar un gobierno de coalición con los rojos de Izquierda Unida. Todas las veces que haga falta.

Su gobierno no ha defraudado. Esa política liberal-liberal, esa mano invisible de Adam Smith (que ocasionalmente necesita de una ayudita), esa privatización de los servicios públicos en beneficio de todos (2) , ese noble contencioso que tiene con el Sr. Ruiz Gallardón, por ver quien sirve más y mejor a la ciudadanía, a ser posible en el más alto cargo…

En la Comunidad de Madrid goza todavía de gran popularidad (3), no sé si pese a las barbaridades que salen de su boquita con la seguridad y chulería pasmosa de la que se sabe por nacimiento mejor y con más derechos que el resto de los mortales, o quizá a causa de ello . Lo miren como lo miren resulta inquietante en extremo.

El Sr. Dilettante siempre ha pensado que Doña Esperanza Aguirre llegará a ser la primera mujer que alcance la Presidencia del gobierno español. Afortunadamente nunca he tenido el don de la profecía. ¿Pero saben? Tengo miedo y ustedes deberían tenerlo.

(1)Creo recordar que le preguntaban en un tono bastante airado algo sobre la guerra de Iraq. ¡Pero hombre, eso no son maneras de dirigirse a una Señora! Esos rojos del Rastro, antes de dirigirse a un ser superior deberían de visionar “Los santos inocentes” y aprender un poco de protocolo. A una condesa se dirige uno en voz baja, con la vista al suelo, y si ya lo quieres cuadrar, retorciendo una gorrilla de pana entre tus manos.
(2)Si ya lo sabemos todos. La mejor sanidad es la privada y nadie educa a nuestros niños mejor que los curas.
(3)En el bar donde el Sr. Dilettante se toma su refrigerio de media mañana tienen la costumbre de tener sintonizada Telemadrid. Cada vez que aparece la flamante Presidenta uno de los camareros, incapaz de contener su pasión, grita: ¡Guapa! ¡Guapa!

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