lunes, 16 de mayo de 2011

CIENCIA FICCIÓN AÑEJA

Como ya he señalado en alguna ocasión, estoy aplicado, además de cuidar del joven Dilettante (tarea satisfactoria, extenuante y que ocupa prácticamente toda la jornada) a repasar clásicos de la ciencia ficción de los años cincuenta. Empecé viendo “La mujer y el monstruo”, también conocida como “La criatura de la laguna negra”, en la que una expedición científica encuentra en el Amazonas un antecesor anfibio del hombre. Como suele ser habitual en estas películas, la criatura se encapricha de la protagonista y muere por un triste calentón no correspondido. Dirigida en 1954 por Jack Arnold, la película tiene unas espectaculares secuencias subacuáticas.

Otra película que no había visto es “This island eahrt”, traducida en España como “Regreso a la Tierra”, estrenada en 1955 y dirigida por Joseph Newman narra una rocambolesca historia de científicos secuestrados por los habitantes del planeta Metaluna para que les ayuden en una guerra contra otro planeta. El científico protagonista es un apuesto galán que se desplaza por los Estados Unidos en un caza de propulsión a chorro y que, antes de subirse a su funcional medio de transporte, arroja despreocupadamente su maletín en el asiento trasero.

Y la última película vista ha sido “El hombre del Planeta X”, en la que un periodista es citado por un científico en una isla de Escocia donde se encuentran con una nave espacial ocupada por un ser de otro planeta. Todo acaba con una impresionante balasera en la que se destruye la nave espacial, a su ocupante y al científico malvado que pretendía dominar al mundo.

Citando a David J. Skal, la creciente prosperidad de los Estados Unidos durante los años cincuenta estaba cimentada sobre la mayor pila de huesos de la historia de la humanidad. La Segunda Guerra Mundial supuso un progreso científico aterrador, con el momento cumbre que supuso la explosión de las dos bombas atómicas sobre Japón. A esto es preciso añadir la Guerra Fría y la incertidumbre de la aniquilación total de la humanidad y el desarrollo de la carrera espacial. También hay que recordar que es en los cincuenta cuando aparece lo que se conoce como fenómeno OVNI,o los supuestos avistamientos de platillos volantes. Así no es extraño que, de alguna manera, se sublimasen esos terrores en los cines. La ciencia, y sobre todo la ciencia atómica, como causa a veces, pero sobre todo como solución a la meta amenaza ficticia de una invasión extraterrestre.
Por cierto, con lo aparentemente sencillo que nos resulta hallar motivos extracinematográficos a las películas de los años cincuenta, ¿Qué causa se encontrará para el boom de películas de zombis de los últimos años? O ¿Por qué de pronto se han estrenado un montón de películas sobre invasiones extraterrestres? .

domingo, 8 de mayo de 2011

MALEBOLGE



El Joven Dilettante se suele comportar como un pequeño reloj suizo. Invariablemente una vez al día los Señores Dilettante olisquean el ambiente y exclaman:
- Ahora hueles más que nunca, y no a ámbar.
Es el momento de llevar al Joven Diletante a su cambiador para proceder al cambio de pañales. El procedimiento es sencillo y, por repetido, somos capaces de hacerlo con los ojos cerrados. Mientras el jovenzuelo sonríe y patalea, se procede a desnudar la mitad inferior del tierno infante. Se sueltan las dos tiras adhesivas que mantienen sujeto el pañal y se encuentra uno con el desaguisado. Una pasta arcillosa cuyo olor hace que se le salten las lagrimas al infeliz que se encuentra realizando esta tarea.
En esos dramáticos momentos se vienen a la memoria los versos de Dante:

Allí llegamos; y allá abajo en el foso vi gente sumergida en estiércol como salido de letrinas humanas.

En el canto decimoctavo de la Divina Comedia el poeta describe el Malebolge. Es el octavo círculo del infierno y destino de traidores y fraudulentos. Este círculo contiene diez bolgias o fosos donde penan aquellos que cometieron esos pecados. En el segundo foso se encuentran los aduladores, los cuales se retorcerán entre los pañales del Joven Dilettante por toda la eternidad.

jueves, 5 de mayo de 2011

PAUSA NOCTURNA



El Sr. Dilettante agradece al Monstruo Espagueti Volador y a la pericia de la Sra. Dilettante que el Joven Dilettante haga desde hace un mes pausa nocturna. Es decir acostamos al bebé a las nueve de la noche y, hasta las ocho del día siguiente, el niño duerme del tirón. Es cierto que a veces su sueño es un tanto agitado, producto de gases intestinales o de pesadillas indescifrables, que despiertan a sus padres pero no al niño.
El ritual establecido se mantiene invariable todas las noches y al que el Joven Dilettante se apunta con entusiasmo. Tras el último biberón madre e hijo tienen una sesión de juego tranquilo. Es importante no agitar mucho al Joven Dilettante ya que este tiene tendencia a convertirse en un pequeño surtidor de leche no digerida. Mientras tanto, el Sr. Dilettante acondiciona la sala de baños y llena la bañera del bebé. Llegados a este punto se desnuda al bebé como parte del juego y se le da el baño. Tras el baño se bajan las luces y se modera el tono de voz mientras se le pone el pijama. Llegados a este punto solo queda meter al niño en la cuna y desearle buenas noches. El Joven Dilettante enseguida se queda dormido hasta el día siguiente.
A partir de ese momento los Sres. Dilettante disponen de un par de horas para hacer otras cosas. Así he podido ver “La mujer y el monstruo”, un clásico del cine fantástico de los años 50.

martes, 3 de mayo de 2011

OBRAS FARAÓNICAS



Ayer, último día de facto de baja maternal para la Sra. Dilettante, el clan Dilettante al completo se recorrió el remozado parque de la Arganzuela. El parque, articulado en torno al Manzanares, proporciona a los habitantes de la zona un espacio estupendo para pasear, andar en bici o patinar. Habrá que felicitar al alcalde Gallardón por su faraónica obra, aunque espero que ahora no nos exija el sacrificio del primogénito.



Tras el paseo nos tomamos el aperitivo y, como ya viene siendo habitual, corrimos a casa ya que el Joven Dilettante empezó a exigir su biberón.

lunes, 2 de mayo de 2011

PRIMERAS EXPERIENCIAS DEL JOVEN DILETTANTE


Ayer nos llevamos al Joven Dilettante a su primera manifestación del 1º de mayo. Todavía es muy joven para comprender que estamos inmersos en la lucha de clases. Lucha que, por cierto, estamos perdiendo.

domingo, 1 de mayo de 2011