
Una de las últimas películas que me ha permitido ver el Joven Dilettante es Bubba Ho-Tep, dirigida por Don Coscarelli en 2002. Coscarelli dirigió en la segunda mitad de los 70 "Phantasma", una magnifica película de terror, y su visionado furtivo en el cine Astarloa le costó en su día al niño Dilettante una sévera reprimenda materna y el castigo, por primera y única vez, de marchar a la cama sin cenar. He de decir que previamente había manifestado mi deseo de ir a ver esa película, clasificada para mayores de 18 años, y se me había prohibido expresamente. En fin, mereció la pena.
Elvis y JFK no están muertos. Son dos ancianos que pasan sus días en una residencia en un pueblo de Tejas. La residencia es atacada por las noches por una momia egipcia, vestida de vaquero, que absorbe el alma de los ancianos aplicando su boca en el culo de sus víctimas. Afortunadamente las elipsis narrativas nos ahorran el visionado de esos escabrosos momentos. Bruce Campbell interpreta a un Elvis que, en la cima de su carrera, decidió intercambiar su vida con la de su mejor imitador, un tal Sebastian Huff, que fue el que realmente murió por atiborrarse de barbitúricos. Aunque jamás se arrepiente de esa decisión, el Rey echa de menos a su ex mujer y a su hija. JFK, por su parte, es un anciano negro que sostiene que tras el atentado de Dallas, los médicos intercambiaron partes de su cerebro por sacos de arena y le tiñeron de negro por orden de Lyndon B. Johnson. Ambos personajes se imponen como misión exterminar a la momia que está absorbiendo las almas de sus compañeros mediante tan antihigiénico procedimiento. Elvis, para el enfrentamiento final, utiliza uno de sus célebres trajes de su última época y recurre a su arte marcial favorita. Por cierto, lo del rey con las artes marciales era una auténtica obsesión. Parece ser que fueron alegadas, entre otras cosas, por su ex mujer Priscilla en el proceso de divorcio. JFK mientras, descabeza un sueñecito

Con una premisa inicial delirante, la película no se agota en ese chiste, aunque tampoco se crean que da para mucho más. Personalmente me han gustado bastante las evocaciones del decrépito Elvis sobre sus años dorados, el éxito, sus películas, su relación con la mafia de Memphis (su cohorte de aduladores y amigos) y su opinión sobre el Coronel Parker ("¡Eh! Que sea coronel no quiere decir que sea un estúpido militar." Homer J. Simpson).
La película, con un guión del propio Don Coscarelli, está basada en un relato del escritor Joe R. Lansdale, del que me abstendré de decir nada negativo, puesto que en la wikipedia lo presentan como "escritor y experto en artes marciales".
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